lunes, 16 de julio de 2012

Historia de un niño y un perro diferentes.

Aunque mi dueña trata de ayudar a Asociaciones que están contra la venta de perros. Esta historia ayuda a pensar acerca de los animales y las personas "diferentes".


El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta que decía:
"Cachorritos en venta".


Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito apareció en la tienda preguntando:


-- ... ¿Cuál es el precio... de los perritos?


El dueño contestó: -- Entre $30 y $50.


El niñito metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas: -- Sólo tengo $2.37...¿Puedo verlos?


El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió su perra corriendo seguida por cinco perritos. Uno de los perritos estaba quedándose considerablemente atrás. El niñito inmediatamente señaló al perrito rezagado que cogeaba.

-- ¿Qué le pasa a ese perrito?- Preguntó.


El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida.

El niño se emocionó mucho y exclamó: -- ¡Ese es el perrito que yo quiero comprar! Y el hombre replicó:

--No, tú no vas a comprar ese cachorro, si tú realmente lo quieres, yo te lo regalo.

El niñito se disgustó y mirando directo a los ojos del hombre le dijo:

--Yo no quiero que usted me lo regale. Él vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré el precio completo. De hecho le voy a dar mis $ 2.37 ahora y 50 centavos cada mes hasta que lo haya pagado por completo.

El hombre contestó:

--Tú en verdad no querrás comprar ese perrito, hijo. Él nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos.

El niñito se agachó y se levantó su pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal.

Miró de nuevo al hombre y le dijo:

-- Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y él perrito necesitará a alguien que lo entienda.

El hombre estaba ahora mordiéndose el labio, y sus ojos se llenaron de lágrimas...sonrió y dijo:

-- Hijo, sólo espero que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú...





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